Los valles de Àneu es un territorio de alta montaña encantador, ubicado al norte del Pallars Sobirà, con pueblos de piedra y pizarra y cimas que tocan el cielo. Está formado por los municipios de Alt Àneu, Esterri d’Àneu, la Guingueta d’Àneu y Espot, y con esta escapada en coche a los valles de Àneu nos proponemos descubrirlos todos!
Continguts
Llavorsí: cruce de caminos
Llegamos a Llavorsí por la C-13, que es la misma que nos llevará hasta los valles de Àneu. Si cogemos la otra carretera, iríamos al valle de Cardós. Sobre el mapa, la letra y griega es muy clara, y Llavorsí se encuentra justo allí donde confluyen las dos carreteras, que acompañan el curso de los ríos Noguera Pallaresa y Noguera de Cardós.
En esta y griega, nosotros vamos a la izquierda. Vamos Noguera Pallaresa arriba, a contracorriente y con montañas imponentes a ambos lados: somos en territorio del Parque Natural del Alto Pirineo.
Hacia Sant Pere del Burgal y Escaló
La primera parada de esta escapada en coche a los valles de Àneu es el monasterio de Sant Pere del Burgal. Iremos a pie, en menos de media hora, por un camino que sale del pueblo de Escaló, a la derecha, apenas pasado el hotel Castellarnau.
Sant Pere del Burgal, del siglo IX, fue un monasterio carolingio, una abadía benedictina femenina y un priorato masculino. Hoy, las pinturas originales del ábside se encuentran en el Museo Nacional de Arte de Cataluña y destaca, sobre todo, una figura femenina. Es la condesa Lucía de Pallars. Cuando volvemos a Escaló, aprovechamos para visitar la villa cerrada, con una calle porticada muy bien conservado.
Pueblos de piedra y pizarra
Continuamos la escapada en coche por las valles de Àneu carretera C-13 arriba, y llegaremos a la Guingueta d’Àneu, donde podremos practicar algún deporte náutico, si nos viene gusto, porque es junto al pantano de la Torrassa.
Aprovechamos que estamos en la Guingueta para cambiar de carretera y dirigirnos a los núcleos más montañosos de este término municipal, muchos con nombres contundentes: Llavorre, Dorve, Escart, Unarre, Escalarre, Jou … Visitando algunos haremos un baño de piedra y pizarra, y acabaremos hartos de hacer fotos.
A algunos de estos núcleos de postal llegaremos desde Esterri d’Àneu. No nos llevará la C-13, sino la C-13z (nos volvemos a encontrar con una y griega de asfalto). Esta carretera es totalmente recta: el valle se ha ensanchado un poco y no se necesitan curvas. Y quizás es por eso que se ha convertido en el punto de encuentro natural de los habitantes de los valles de Àneu.
La vida de antes en la alta montaña
En Esterri se conserva un bonito puente románico, de dos arcos, pero no será el único motivo por el que nos detenemos. También nos llama la atención el Ecomuseo de las Valls d’Àneu, ubicado en la Casa Gassia, que se ha musealizado y permite ver cómo se vivía en la alta montaña en los siglos XIX y XX. El Ecomuseo es un museo radial, es decir, incluye también otros elementos patrimoniales esparcidos por los valles de Àneu, como monasterios, conjuntos monumentales e incluso una quesería artesana. En todas partes se organizan visitas guiadas, vale la pena preguntar y estar al caso.
Los dominiso del conde de Pallars
De Esterri d’Àneu iremos a Valencia d’Àneu, primero, y en Son, después. Vayamos por partes. Del núcleo de Valencia d’Àneu visitamos sus calles y nos fijamos en la Casa de la Senyora, uno de los edificios más destacados del pueblo, y la iglesia de Sant Andreu. No nos vamos sin subir hasta el conjunto arqueológico del castillo, donde se conservan los restos de la fortaleza de los condes de Pallars y la antigua villa medieval.
Ahora toca el conjunto monumental de Son. Situado a casi 1.400 metros de altitud, este magnífico conjunto está encabezado por el campanario lombardo de la iglesia de los Santos Just y Pastor. También forman parte el cementerio, la torre del reloj (un antiguo comunidor donde el sacerdote exorcizaba las tormentas) y el retablo gótico de Pere Espallargues. Todo ello, de visita imprescindible.
La escapada en coche a los valles de Àneu
Desde Son, vamos a la carretera C-28 y subimos en dirección a Sorpe y Borén. El objetivo es coger la C-147 y ascender valle arriba, hasta Isil y Alòs d’Isil, los núcleos de los valles de Àneu.
En Isil, visitaremos la Casa Sastrès, que ha sido rehabilitada para acoger la Casa de l’Ós Bru de los Pirineos, un centro de interpretación donde podemos saberlo todo de los osos pardos: en qué hábitats vive, qué come, cuáles son los sus costumbres, etc. Este centro también muestra cuál es la relación del oso con las personas y la importancia de conservar esta especie en los Pirineos.
Acabamos de remontar la Noguera Pallaresa y llegamos a Alòs d’Isil, el pueblo que se encuentra más al norte de los valles de Àneu y, de hecho, de todo el Pallars Sobirà. Conserva casas antiguas con balcones de madera, y un bucólico puente de piedra de una arcada permite atravesar la Noguera Pallaresa. Otro pueblo de pesebre.
Y para terminar: el lago de Sant Maurici
De bajada, justo después de la Guingueta d’Àneu, tomaremos un desvío a la derecha que nos llevará a Espot. Desde aquí, en autobús o en taxi todo terreno, podemos acceder a las maravillas naturales del Parque Nacional de Aigüestortes y Llac de Sant Maurici y disfrutarla al máximo con las rutas a pie que hay señalizadas. Un magnífico colofón para esta escapada en coche a los valles de Àneu.
Si os gustan los paisajes de alta montaña, también disfrutará con la escapada en coche en la Alta Ribagorça, la escapada en coche en el Berguedà, la escapada en coche en la Cerdanya y la escapada en coche al valle de Àger.
Recuerde siempre que hay que poner el coche a punto antes de un trayecto largo (en la Ciutat del Motor encontrará los talleres de todos los concesionarios). Y si la escapada a la montaña la haga en invierno, con nieve en las carreteras, tenga en cuenta estos consejos de conducción en la nieve y de colocación de cadenas.
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